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Una antología de la Asociación Prometeo de Poesía

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Poesía de Siempre      Andrés Eloy BLANCO


Andrés Eloy BLANCO







La antología Poesía de Siempre se ha preparado con 50 poetas de lengua española contenidos en el libro Poetas del pasado, de Juan Ruiz de Torres, más otros seleccionados, ilustrados y comentados por distintos antólogos cualificados, en varios países.

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BIOGRAFÍA.
Cumaná (Venezuela), 1896 - México D.F. (México), 1955 (murió asesinado). Diplomático, Min. Relac. Exteriores. Diputado. Dramaturgo, biógrafo, novelista, ensayista, periodista. Sobre su obra: Beltrán Mago, Luis: AEB, poeta de la pasión (1947). Poemarios: El huerto de la epopeya (1919), Tierras que me oyeron (1921), Poda (1923), Barco de piedra (1928); Baedeker 2000 (1930), Malvina recobrada (1937); Giraluna (1954), Poemas del tiempo de la quinta esposa, La juanbimba (póst, 1959).


PÍNTAME ANGELITOS NEGROS
(fragmentos)


Miraba yo la pampa inmensa soñando con el mar.
Miraba yo la pampa tensa, tan alta, tan serena,
tocando con el cielo su frente de cristal;
un acorde de grises y violetas su manto,
que altura en la belleza!
que altura en la belleza!
que majestad estática en el día altiplánico!

De pronto un niño llora.
Entre la paja brava, con su ponchito viejo
llora un niño. ¿Por qué?
Quién sabe...

El indio aymará se lleva el grito en su raza,
y su clamor innato
desgarra la serena nobleza del paisaje.

Un niño, un llanto humano es una herida abierta
que ensangrienta este mundo.
Tiemblan y se estremecen los monolitos míticos:
se rompen y entreveran los caminos de paz.
Hay maldad en la tierra.
Arde lo que era de hielo.

Las palabras suaves se crispan en los puños
desafiando al relámpago.
Corro sobre la pampa desaforadamente;
me quema el corazón como una brasa.
Hay maldad en la tierra, hay injusticia.

Quizás más lejos halle la bandera que busco.
Quiero la gleba abierta con sus labios de surcos
como un libro de música.
Quiero que se calme este llanto de niño
que es llanto del mundo.


CANTO A LOS HIJOS

Más vale que os confiese de la mejor manera
lo que, quién sabe cómo, va a contaros cualquiera:

sabed que soy poeta, hijos míos, -un hombre
que nombra y que camina sin camino y sin nombre.

Yo soy lo que ha dejado el pirata en la playa,
nada en el horizonte, un punto en una raya;

yo soy lo que ha quedado del saqueo en la vida:
la puerta de la casa de la llave perdida.

Soy la hoja quemada que el incendio nos deja
y en la primera brisa danza un poco y se aleja;

soy la amargura anónima de las almas sin dueño
que vivieron de un canto, de un dolor y de un sueño.

Soy el amo del humo que se queda en la casa
diciendo adiós al fuego del batallón que pasa.

Soy el poeta, hijos, -casi nada en la vida:
lo que abrasa en la sed, lo que duele en la herida,

lo que quiere elevarse después de la matanza,
con un ala hacia el suelo y otra hacia la esperanza,

lo que muere en la guerra y expira en los despojos,
y un poco de esa gota que tiembla en vuestros ojos.


COMENTARIOS
Andrés Eloy Blanco es un poeta que satisface por igual las exigencias académicas y los requerimientos del lector común de poesías. El público mayoritario no sabe de influencias, escuelas literarias, ubicaciones epocales, arte poética y otros asuntos que preocupan a los estudiosos, pero sí sabe distinguir al poeta entero, de robustez en el verso y en la idea. Y eso explica, justamente, la alta poesía popular del venezolano Andrés Eloy Blanco, y la opinión de su áureo compatriota, Rómulo Gallegos, que lo calificó de "talento creador, iluminado y poderoso." Con su "Canto a España", en 1923, ganó el primer premio del certamen Hispano-Americano de Poesía, celebrado en el Ateneo de Santander, organizado por la Asociación de la Prensa y patrocinado por la Real Academia Española. No era fácil que aquellos versos tuvieran competidores, sobre todo cuando narraron la odisea del Descubrimiento: "Qué sorpresa oceánica, qué abismal armonía/ la de aquellas auroras sin tormenta ni bruma,/ mientras en los costados de la "Santa María". (Luis Mario)