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Muestra s.XXI   Guillermo PILÍA


Guillermo PILIA







Los interesados pueden encontrar más información sobre los poetas incluidos en esta Muestra Siglo XXI de la Poesía en Español en la base de datos I.R.P.E., actualizada hasta mediados de 2004 y que permite búsquedas paramétricas (36 parámetros) sobre 4700 poetas de la lengua castellana.
Ver detalles en: I.R.P.E. versión 2.0

Inicio sección
  Poetas incluidos
     De la N a la Q
  Análisis Arquetípico
   

BIOGRAFÍA.
La Plata (Argentina), 1958. Lic. Letras. Ha escrito y publicado cuentos y ensayos. Poemarios publicados: "Arsénico" (1979), "Enésimo triunfo" (1980), "Río nuestro" (1988), "Río nuestro / Cazadores nocturnos" (1990), "Huesos de la memoria" (1996), "Caballo de Guernica" (2001), "Ópera flamenca" (2003), ¨Viento de lobos" (plaq. 2000), "Visitación a las islas" (plaq. 2000). Premios: Faja de Honor de la Sociedad de Escritores de la Provincia (1980), los segundos premios "Macedonio Fernández" y "Miguel Hernández" (1982), "Ciudad de Bahía Blanca" (1987), "Carmen Gándara" (1995), "Ciudad de Almendralejo" (2º premio, 1999, Badajoz, España), Association International La Porte des Poètes (1999, París, Francia), Provincial de Literatura "Dr. Carlos Auyero" (1999).

Ficha en el I.R.P.E.: A2670.
Correo electrónico: calledelaire@hotmail.com


LAS LANZAS

Una palabra, un destello de acero, ambos fugaces...
Fue el día en que entregaron la humeante ciudad de Breda:
un ignoto soldado llamado Ramón Valdés
-agazapado en las filas españolas-
lanzó su espada al aire y hacia la plaza una injuria.
Algún otro el insulto festejó; y el incidente
se comentó por dos días como anécdota,
antes de regresar a la nada y al olvido.
Nunca Velázquez conoció esa minucia:
abunda en toda guerra la humillación al vencido.
Como ese gesto sin futuro, también
un día se olvidarán Las lanzas, Las meninas,
El niño de Vallecas, la sonrisa melancólica
de Spínola; y esta mano que hoy escribe y mañana
será tierra; y el hombre que ahora inventa un personaje
llamado Ramón Valdés, que en la toma de Breda
hizo ese gesto bravucón y minúsculo,
inhallable en las crónicas como en la tela de El Prado:
un hecho de fantasía y una historia que existe
sólo en justificación de este poema.

(Inédito, 2004)


CADA AMOR RECLAMA UNA VOZ PROPIA

Tu nuevo amor me reclamaba: Otras palabras.
Y al lado tuyo yo intentaba descubrir
otro código, otra lengua que fuese
más de silencios y de risas que de voces.
Sé que fui en el transcurso de ese tiempo
como un enfermo de garganta que ha quedado
inútil para el canto; pero que cierto día
comienza a rehabilitarse: a sentir
necesidad de nombrar: por qué a veces tiene
el semen un perfume de suave lejía,
por qué siempre flota en los cuartos transitorios
la pesadumbre que vendrá al partir,
por qué tu sexo recuerda a una anémona
que yace en el mar... Cada nuevo amor reclama
su propia voz. Pero yo crecí a tu costado
con muy pocas palabras: con silencios
y risas, con pudor igual al que en la infancia
me llevaba a callar. Quizá el mismo egoísmo
que ayer me obligaba a atesorar pesadumbres
hoy hace que esconda -así- mi felicidad.

(Inédito, 2004)