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Muestra s.XXI   Julia GALLO SANZ


Julia GALLO SANZ







Los interesados pueden encontrar más información sobre los poetas incluidos en esta Muestra Siglo XXI de la Poesía en Español en la base de datos I.R.P.E., actualizada hasta mediados de 2004 y que permite búsquedas paramétricas (36 parámetros) sobre 4700 poetas de la lengua castellana.
Ver detalles en: I.R.P.E. versión 2.0

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  Poetas incluidos
     G
  Análisis Arquetípico
   

BIOGRAFÍA.
Villarramiel, Palencia (España), 1955. Reside en Madrid. Graduado Social. Pintora (premios y menciones) e ilustradora de libros (18). Poemarios publicados: "Regreso a pretérito" (2001), "Regreso al pretérito y otros poemas" (2004), "Entresuelo" (2002). Premios: Cristo de la Nave (2002). Un libro de relatos.

Ficha en el I.R.P.E.: E2024.
Correo electrónico: julia.gallosanz@telefonica.net


DIES IRAE

Ha pateado el hombre sus dinteles,
convirtiendo principios en falenas
rondadoras de fuegos de artificio.
Ha tirado, el hombre, a la basura
el abrazo del alba,
el suspiro que empaña las postales
con el vaho de amores y recuerdos,
y la voz presurosa de una madre
instando a los deberes.
Sediento de avaricia
ha cargado en su cuenta de trofeos
execrables listados de difuntos,
y olvidó, el hombre, los preceptos
de pieles hermanadas,
y quedó atrapado y aturdido
en aquel guardainfante de otra moda,
que bien fuera la jaula, camuflaje,
de fértiles caderas y deseos.
Y el hombre, cual eje del planeta,
ha perdido su centro, el equilibrio,
y se queja la mar en maremotos,
y se rompe la tierra con los sismos,
y diluvia el cielo en llanto, llora.
y llora Sri Lanka..., por ejemplo.

(Inédito, 2005)


SUGERENCIA

Porque la vida tiene un tacto imprevisible,
un zureo encallado en un nido de tránsito,
un verso que se ajusta a la menta de otoño,
y un ciprés que me llora poliedros de lucerna,
quiero ser consecuente con tu sabio consejo,
- regalo que me hiciste con prontitud de afecto -,
y quiero agradecerte poeta peregrino-,
esa ecuación de risas que bien me planteabas:
Sonreír a la vida con un verbo risueño
que minimice el llanto, y el roce del lamente...
Porque la vida lleva, en su inmenso bagaje,
una manta de cuadros, un camisón de flores;
las manos extendidas, atmosféricas, llenas
de voluntad de amar, de sueños encendidos,
de mensajes cifrados en claves de soneto;
las risas de mis hijos en los besos del aire...
Por todo, amigo, quiero seguir tu sugerencia,
y aparcar la tristeza en un barbecho largo.
Porque la vida lleva, tatuado en su tórax,
un faro que me guía cercenando las sombras.
Quiero amigo ofrecerte mis versos menos tristes
que los que me acometen -en cuanto me descuido-.
Y quiero, amigo mío, reciclar la sonrisa
que me brotó del rostro, desterrada del alma.

(2004)